El pasado 17 de agosto visité el Monumento Arqueológico Guayabo de Turrialba como parte de una gira educativa. Desde el momento en que se respiró ese aire de tranquilidad y donde la naturaleza cumple un papel fundamental, todos los que fuimos por ahí, nos sorprendimos con las cosas que no sabíamos de nuestros ancestros. El guía, Gerardo Montoya, muy experimentado y empapado de todo lo que es ese Sitio Arqueológico, nos comentó primero sobre el “Monolito del Jaguar y El Lagarto” donde vimos que este lugar es sumamente importante en cuanto a manifestaciones artísticas.
Más tarde, subiríamos una cuesta que parecía derrotar nuestra energía –desgastada por más de 4 horas de viaje de ida-pero, valió la pena lo que veríamos…desde el mirador pudimos apreciar la parte que está excavada y donde veríamos varios montículos, una hermosísima calzada y acueductos que datan de más de 2000 años..(Las municipalidades deberían tomar nota de esto)
Al bajar a ver estas maravillas de cerca, logramos aumentar más nuestras dudas sobre cómo hicieron esto y por qué a pesar de ser una de las fuentes más importantes de investigación arqueológica, los ticos no visitamos este tipo de lugares que nos ayudan a reencontrarnos con nuestros ancestros.
Otro dato interesante es que se han hecho suposiciones sobre dos petroglifos que marcan (según las teorías) la constelación de Orión y las de Pegaso y Andrómeda…sobre el primero el investigador Michael O'Reilly presentó su propuesta de que ese petroglifo, pudo haber tenido la funcionalidad de calendario de precisión.
Y podría seguir y seguir hablando sobre este lugar, pero lo mejor que puedo hacer por uds es invitarles a ir para que vivan la experiencia por uds mismos…
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